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La Caixa a la Chilena




Ricardo Fornesa, presidente de La Caixa asegura que «La Caixa está dispuesta a crear una caja de ahorros en Chile siguiendo su estatus institucional de entidad financiera sin ánimo de lucro y en colaboración con las fuerzas vivas del país andino», durante una entrevista concedida al diario chileno «El Mercurio».

Fornesa insiste en que el modelo de las cajas españolas es exportable a Iberoamérica, destacando que se trata de una oportunidad para los sectores más modestos de la población, que tienen más dificultades en poder acceder al sistema financiero. En este sentido, recordó que el modelo funcionó en España en un momento económico y social parecido al que ahora tiene Chile. Lo único, a su juicio, que falta por conocer es si Chile tiene interés en implantar este modelo, cuya gestión es privada aunque por estatutos se asegura un marco de «responsabilidad superior a la media».

"La Caixa", que celebró este año el centenario de la fundación de la Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros de Cataluña y Baleares, es actualmente el tercer inversionista español en Latinoamérica al tener participaciones en Telefónica (5,03%), Endesa (5%), Aguas de Barcelona (23,1%), Repsol-YPF (12,5%) y Abertis Infraestructuras (21,61%). Por este motivo, Fornesa subraya la vocación inversora de España en Iberoamérica: «Queremos ir y vamos», precisó Fornesa para agregar a continuación, que este interés se pueda sustituir por la Europa del Este.

Un poco de historia

La Caixa se constituyó el 5 de abril de 1904. En medio de la grave crisis social que golpeó Barcelona a principios del siglo XX, la caja nace con fondos obtenidos de los socios protectores (62.590 pesetas), a los que hubo que añadir otras 25.000 pesetas aportadas por el rey Alfonso XIII.

Entre 1905 y 1935, la Caixa registró una expansión vertiginosa que lo llevó a abrir 109 oficinas.

Favorecida por la debilidad de la banca autóctona -que protagonizó sucesivas crisis y sonadas suspensiones de pagos- la entidad supo crear un marco de estabilidad que le permitió alcanzar en 1935 una participación de mercado del 59,5% de los depósitos de las cajas catalanas y del 25,6% de los depósitos del sector del ahorro en España.

Entre 1975 y 1989 se abrieron 1.220 oficinas, primero en Cataluña y Baleares, después en toda España. Para sortear una legislación restrictiva, la Caixa absorbió pequeñas cajas de ahorro y en 1984 constituyó GrupCaixa, sociedad que agrupaba todas las filiales financieras y de servicios del grupo.

A mediados de los setenta se inició la comercialización de las primeras tarjetas financieras. En 1977 creó su primera división internacional y a finales de los 80 la entidad era ya líder en el segmento hipotecario.

Pero fue a mediados de los '80 que "la Caixa" tuvo que buscar nuevos campos en los cuales rentabilizar sus recursos. Los encontró en la inversión permanente en grandes empresas de servicios en sectores estratégicos. Fue de ese modo como "la Caixa" inició la creación del que luego sería el primer grupo de participaciones del sector financiero español y acabó por convertirse en accionista de referencia en empresas como Repsol, Gas Natural, Grupo Agbar, Telefónica o Abertis (antigua Acesa), por enumerar sólo las más significativas.

En julio de 1989 los consejos de administración de la Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros de Cataluña y Baleares, y la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Barcelona, primera y tercera entidad de ahorros españolas, firmaban el protocolo de fusión, naciendo así la nueva Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona. De la fusión surgió también el equipo humano que iba a dirigir el tránsito de la entidad al nuevo siglo. José Vilarasau se mantuvo al frente de la dirección general, mientras que Juan Antonio Samaranch fue el nuevo ejecutivo, quien había sido elegido presidente de "la Caixa" en 1987.

Muchos de los esfuerzos de la década de los 90 se destinaron a ordenar las participaciones financieras y empresariales de la entidad. En 1991 el negocio quedó distribuido en seis grandes áreas: la banca (CaixaBank CGIB y CaixaBank Monaco), los seguros (VidaCaixa, SegurCaixa y AgenCaixa), las sociedades financieras (LeasingPensions, CaixaLeasing, HipoteCaixa, FinanciaCaixa y GDS-CUSA), los valores (GesCaixa), las inmobiliarias (Caixabuilding) y otras diversas (Gesfacosa, Crosselling y GestorCaixa).

En 2000, con la constitución de CaixaHolding, la entidad encontró una fórmula adecuada para gestionar bajo una única estrategia sus filiales y participadas, así como una cartera de renta variable que había pasado de representar un escaso 4% en la cartera de valores en 1980 a un 19% en 1989.

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